Día 1 – La Habana
Salimos desde Rosario para la Habana con previa escala en Panamá, donde adquirimos la Visa, aquí nuestro primer inconveniente como principiantes de viaje a Cuba por cuenta propia. El personal de la aerolínea nos dijo que la bebé no necesitaba la Visa, nos pareció muy raro, volvimos a preguntar a otra y nos dijo lo mismo. Decidimos confiar y no compramos dicha visa que salía 20 USD (primer gran error) al llegar a Cuba en migraciones nos la piden, no la tenemos, no hay problema nos dicen, sigan a ese señor los lleva a conseguir una: 75 USD la visa y no tenían cambio te daban moneda local por la diferencia al valor oficial (allá es como en argentina un dólar oficial más bajo y uno paralelo que es el real por decirlo así), por suerte teníamos cambio pera ya de entrada un recibimiento para ponernos en órbita.
Entonces llegamos al Aeropuerto de la Habana, los vuelos todo bien, ver las aguas turquesas del caribe desde el aire es sumamente hermoso y la sensación al llegar a la famosa Isla tenía su cosa particular. Pasamos los controles, bastante rápido por suerte, te escanean el QR, según quien te toca te puede preguntar dónde te alojas y demás, que creo que ya lo pones en ese informe D’VIAJEROS, de todos modos si eres más aventurero puedes poner la dirección de algún alojamiento real, pero una vez allá decides si vas ahí o a otro lado, sé que se puede, pero si quieres ahorrarte dolores de cabeza mejor reserva y listo.
Una vez pasamos migraciones, que más allá de lo de la VISA la atención fue amable en general, fuimos a retirar las maletas, a la salida paraban a algunos para pedir pasaporte, estimo por si eran de EEUU para revisar la valija o algo, al ser argentinos nos dijeron que pasemos y la alemana paso infiltrada.











Una vez fuera a buscar taxi y activamos el modo latino, viveza criolla argentina, igual el cubano juega de local así que siempre tiene una más a favor. Nos ofrecen un taxi del aeropuerto hasta la plaza de la revolución (donde teníamos el alojamiento, ya que está cerca de la estación de ómnibus que íbamos a tomar al día siguiente) a un valor de 25 USD, era un taxi oficial, tenía aire acondicionado, así que amablemente le digo que es mucho, que tenía 15 USD (lo cual quizás también es bastante), el chofer con una mueca de sonrisa dice no por menos de 20 USD no hacia el viaje (juega de local) y bueno me pareció simpático, éramos 3 con las maletas y la bebe, hacía calor así que aceptamos.
Media hora de viaje, al principio tímido, pero una vez que soltamos charla ya hubo un poco más de buena onda. Tengan en cuenta que todos los que viven del turismo van a buscar sacar algún provecho, pero no deja de ser su trabajo y forma de ganarse la vida, en general una vez acordado todo, son personas muy amables y suelen dar buenos consejos también. Hay cosas que compartimos y curiosidades por la forma de vivir del otro. En general con los argentinos o con nosotros al menos fueron muy amables y hospitalarios, hay una cofradía latina ahí de algún modo, quizás el futbol, que son muy fanáticos, de hecho, festejaron por argentina campeón hay que decirlo jaja.
Llegamos al alojamiento y ya nos esperaba el propietario. Un depto. a dos cuadras de la terminal de ómnibus, con lo necesario para pasar la noche, buenas camas, aire acondicionado, nos explicaba que en esa zona es raro que se corte la luz al estar cerca de la casa de gobierno, lo que no tenía era internet nose bien porque, un pequeño problema, ya que tenía que comunicarme con mi contacto en Cienfuegos. Lo cual resolví mediante SMS (nunca pensé volver a usarlo jaja). En la Habana vieja también es raro que se corte la luz. De todos modos, nosotros viajamos en Marzo de 2024, para fin de año seguían los problemas y La Habana hubo cortes de luz en varias zonas. Actualmente 2025 siguen con crisis energética, así que tener esto en cuenta, a la hora de reservar alojamiento. Pero bueno es parte de la experiencia, además una cosa es tolerar un apagón mientras estas de paseo recorriendo lugares y otra vivir permanentemente así. De todos modos, las noches se complican un poco si hace calor.
Nosotros fuimos en Marzo que es temporada baja y si bien hacía calor como todo el año no es tanto y el clima es más seco, menos lluvias. De Junio a Agosto es verano y es mucho calor, también es temporada de huracanes hasta Noviembre. Desde Septiembre a Diciembre también hay más lluvias. Para tener en cuenta también. Igual no deja de ser clima tropical del caribe.





Una vez alojados acordamos entregar la llave al día siguiente a las 7 am, nuestro bus salía a las 8 rumbo a Cienfuegos y teníamos que estar a 6:30 en la terminal, además mi amiga de Alemania no había comprado el pasaje interurbano (error por no ser latina y precavida). Después de descansar un poco fuimos rumbo a la terminal a comprar el pasaje y claro como no podía ser de otro modo, no había luz jaja, al no haber luz no hay sistema ni internet, no te podían vender ya que es solo online. Quien nos atendió nos dijo “bienvenidos a Cuba” y “al que madruga dios lo ayuda”, vengan mañana y espero que haya luz y consigan. Actualmente ese bus tiene un solo horario a la tarde, tarda 5:20 hs. aprox y su costo es de 20 euros.
Al no tener internet y la tarde cayendo optamos por confiar en la suerte. Todo se resuelve siempre y más en destinos así, es como en argentina ir a algún pueblo donde los servicios no funcionan muy bien y hay pocas frecuencias y horarios de atención. Otro ritmo, un poco raro para ser la capital de Cuba pero bueno es así. Además, no es la forma más común de viajar el turista, en general como dijimos es en taxi, alquilan auto o vienen con un turismo con guía y todo reservado.
Hacía un poco de calor, volvimos a tomar unos mates que llevamos claro, mientras nos mecíamos en las mecedoras, amo las mecedoras y antes que caiga el sol fuimos caminando a conocer la plaza de la revolución. Realmente había poco movimiento en la zona, poca gente para ser un viernes, aunque es lógico considerando que no hay mucho para hacer o ver más que el Monumento Conmemorativo José Martí o el Famoso relieve escultórico del guerrillero Che Guevara, realizado por el artista cubano Enrique Ávila, inspirándose a su vez en una famosa fotografía de Alberto Korda. En Argentina en Buenos Aires tenemos uno inspirado en este, del artista Alejandro Marmo quien concibió en 2006 la idea de instalar murales de Evita en el histórico edificio del Ministerio de Obras Públicas. Hicimos las fotos correspondientes, había una o dos parejas de turistas haciendo la excursión con autos antiguos y no mucho más. La escultura de el Che estaba a oscuras no así la de Cienfuegos, nose si porque estábamos haciendo fotos (no creo que seamos tan importantes) pero en un momento antes de irnos casualmente se ilumino, quizás para ahorrar luz por los problemas de público conocimiento. Volvimos al alojamiento y a dormir. (a la vuelta estuvimos más días)


Día 2 Cienfuegos
Al día siguiente salimos temprano rumbo a la terminal de ómnibus. Cuando llegamos había gente en la puerta ofreciendo viajes en taxi, ya nos enteraríamos por qué. Una vez en la boletería de Vía Azul, había una sola persona que atendía ahí y en la zona de despacho de valijas que había otro señor, solo esas dos personas, esperamos en la sala de espera que tenía aire acondicionado y como había luz andaba, hasta que abrió. El movimiento en la terminal, casi nulo. Cuando queremos adquirir el pasaje que le faltaba a mi amiga, según la muchacha que nos atendió no había más lugar. Intente usar mi encanto argentino, para disuadirla porque sonaba raro pero solo nos ofreció un pasaje a la tarde (Este salía a las 8 am, ya no existe y el otro a las 16 hs. aproximadamente). No sabíamos que hacer, nosotros teníamos pasaje y al estar con la bebé no podía arriesgarme a no saber cómo movernos, en eso veo dos turistas que preguntan en un español trabado si había pasajes para Cienfuegos, reciben la misma negativa, también se quejan (seguramente ya le venían pasando cosas), veo que se van a buscar taxi, así que se me ocurrió llamarlos y que mi amiga se sume con ellos. Para nuestra sorpresa eran de Suiza, aunque la chica era Rusa pero vivía en Suiza y él era Suizo pero vivió en España y por eso hablaba español, al mismo tiempo eran de una región de habla alemana por lo que hablaban alemán. Así que entre inglés, español y alemán algo nos entendimos. En eso se acerca un cubano que era como “el representante del taxi”, y ofrecía llevarlos a Cienfuegos por 50 USD cada uno, ahí mi amiga alemana, más acostumbrada ya que vivió mucho en Argentina, activo el modo latino y le dijo que le parecía mucho. Inmediatamente el muchacho bajo el valor a 35 USD, se miraron todos, tampoco había mucha opción así que aceptaron. Después le intentaron cobrar un extra por las valijas, pero ya no había chances jaja, hay que estar atentos a todo lamentablemente así se manejan las cosas.
Todo resuelto se subieron al auto, nosotros al bus y nos esperaba la ciudad de Cienfuegos. El viaje fue tranquilo, una autopista ancha, mucho campo y plantaciones de plátanos, ciudades y pueblos humildes. El bus tardo una hora más en llegar de lo programado, aproximadamente 5 hs. duro el viaje, hizo algunas paradas y en una podías bajar a comer algo si querías y al baño, lo mismo si vas en taxi y muchas veces como en el caso de mi amiga el taxista te invita el café o la comida. Dato, había lugar en el bus para más gente, saquen sus conclusiones. En Cienfuegos nos esperaba mi amiga la Doc. con quien finalmente nos íbamos a conocer, que nos había conseguido alojamiento con gente conocida, muchas cosas es mejor manejarse así, con contactos y referidos.
Al fin entramos a la ciudad de Cienfuegos, hay un cartel y la bandera de Cuba anunciando, en la zona del barrio Reparto Pastorita, pasamos por el prado más largo de Cuba, así le dicen a un paseo peatonal que está en medio, del para nosotros bulevar o avenida. Bajamos del bus maletas en mano, todo en orden y al salir de la terminal nos esperaba mi amiga, con la tía y su hijo pequeño que dijo “ahora nos conocemos en forma humana”, nos saludamos como si nos conociéramos de toda la vida, así se sintió y rápidamente nos sentimos como en casa, en familia. Personas muy cálidas y amables sin dudas.
Nos conocimos en tiempos de pandemia, cuando las redes acercaban lo que la distancia física impedía. Me hablaba de su día a día, de la medicina en Cuba, de los desafíos cotidianos y también de las pequeñas cosas que sostienen a un pueblo: la solidaridad, el humor, la música. Fue una conexión muy especial que me ayudó a ver más allá de los estereotipos, y me dio un motivo emocional extra para embarcarme en este viaje.
Cuando finalmente nos encontramos en persona, fue como reencontrarse con alguien que ya se conocía. Con ella, su familia y su entorno vivimos momentos muy cálidos y reales. Nos recibieron con una hospitalidad genuina, de esas que te hacen sentir en casa. Compartimos comidas, charlas y anécdotas que me marcaron profundamente. Fue una experiencia humana muy fuerte, una de esas que te cambian por dentro.








Fuimos al alojamiento, allí nos quedamos 6 noches, ya que una de las ideas era visitarlos, también recorrer tranquilos la ciudad y conocer un poco la vida allí. Fue el único alojamiento que no reservamos por airbnb y que pagamos en efectivo.
Pueden encontrar este alojamiento en Instagram como @micasalacolonialcuba https://www.instagram.com/micasalacolonialcuba/
y serán bien recibidos y atendidos por Tía Elsa y su hija Gretel que son un amor de persona y Elsa hace unos desayunos muy frescos y abundantes, así como unas comidas muy ricas y típicas también, solo tienen que avisarle con tiempo así ella hace las compras necesarias. Las habitaciones muy cómodas y amplias, con todo lo necesario, en una casa, como su nombre indica, de estilo colonial, tiene un bonito balcón y terraza, cuenta con aire acondicionado en las habitaciones y WIFI. Solo hay que tener en cuenta los apagones (según entiendo ahora adquirieron un generador), pero la casa es muy fresca y la verdad cuando no hubo luz no hemos sufrido tanto el tema del calor. Creo que pagamos entre 20 o 30 USD la noche por habitación con baño privado, muy accesible, igual consulten ya que depende de la temporada y disponibilidad. Pero 100 % recomendable y te ayudan en todo lo que necesites para recorrer la ciudad y alrededores. La ubicación es excelente, a la vuelta del parque José Martí (lo van a ver por todos lados) y a cuadras del prado, del muelle real donde está la bahía y del malecón de Cienfuegos. Se encuentra frente al hotel Unión uno de los más importantes dela ciudad y un dato muy importante, se puede acceder a la piscina del hotel por una módica suma, muy baja, con una consumición incluida, desde mi punto de vista conviene alojarse aquí y si quieren relajarse se cruzan en frente, de hecho, eso hicimos. También pueden cambiar dinero allí o sino los guiaran donde hacerlo a buen cambio.
Lo primero que hicimos fue poner a calentar agua para el mate, nos miraron todas muy raro, no les gusto para nada, la idea de compartir bombilla mucho menos, salvo mi amiga la Doc que ya me había visto tomarlo y creo que ha probado mientras estudiaba con uruguayos que fueron a estudiar medicina a Cuba y se vio en la obligación de tomar mate. Además, que el mate como dice el dicho “va de boca en boca y de corazón en corazón” y bueno no todos están preparados para esta conexión que tanto nos une a los argentinos, uruguayos, paraguayos y parte del sur de Brasil, creo que en el levante mediterráneo en países como Líbano, Siria y algunas zonas de Jordania también toman mate gracias a la inmigración de esas regiones a Argentina, pero no comparten bombilla así que no cuentan jaja. Volviendo a los cubanos les parece muy raro, son más del café que por cierto el café cubano es muy rico.
Llevamos algunos regalos como alfajores, dulce de leche, yerba y mate justamente para la única que lo iba a apreciar, una camiseta de argentina para el niño y algunas otras cosas necesarias que pudimos llevar. Los argentinos cuando nos cae bien o queremos a alguien somos regaleros así que fue más en ese sentido y de compartir parte de nuestra cultura con quienes nos recibieron de manera tan amable.
Quiero aclarar que si bien es una realidad que hay muchas cosas que son necesarias o de muy difícil acceso como comenté anteriormente y también que muchos viajeros aconsejan llevar cosas para dar, ir con esa idea de “caridad” no va con mi personalidad, ni con mi forma de viajar y no se aplicó en este caso para nada. Creo que hay diferencia entre, hacer regalos y compartir como en este caso, ayudar a alguien ya sea un ser querido o simplemente como gesto humano y hacer caridad que a veces parece tener un tinte peyorativo, aunque en realidad no es tan así, pero de todos modos prefiero llamarlo en todo caso solidaridad y con eso si estoy de acuerdo. Parte de viajar y conocer personas nos da la oportunidad de ser solidarios y compartir. La gente de Cuba en su mayoría son personas muy dignas y creo que hay que tratarlos con ese valor y ese respeto, por supuesto que hay situaciones muy vulnerables como las hay en muchos países de Latinoamérica y si está la posibilidad siempre es bueno ayudar. Pero como dijimos antes, no todos pasan las mismas necesidades, si es cierto que el país está en crisis y su gente vive de manera humilde en muchos casos.
Aclarado eso, disfrutamos de la terracita el calorcito del caribe y aproveche el momento de descanso para ver si conseguía una tarje de celular (que nunca conseguí) ya que la idea era conseguir un numero local a bajo precio, como dijimos para turistas estaba 20 usd o más depende el lugar. Aprovechamos a recorrer un poco el parque José Martí donde está su famoso arco del triunfo obrero y para mi sorpresa había un carrito vendiendo algodón de azúcar o nubecita como me gusta llamarlo, obvio compramos. Nose si en todos los países existe, pero encontrarlo en Cuba y en esa Ciudad es como encontrar oro, otro dato importante, si ven a alguien vender algo de comida como en este caso, en alguna parte y les apetece, cómprenlo en el momento, es muy probable que no siempre estén, de hecho, no lo volví a ver.
La tarde caía y cerca de las 20 hs fuimos a cenar, hago hincapié en esto porque en Cuba cenan temprano, al menos para nosotros, en Argentina 22hs está bien y si es fin de semana y hay asado 23 o 24 hs es normal jajaj. Fuimos a un bar de estos privados que hay en Cuba, básicamente como en cualquier lado, que quedaba cerca y era económico. Pedimos unas pizzas unas cervezas locales Cristal como para no complicarnos mucho, la idea era pasar un momento a meno y relajado y así fue.







Terminamos de cenar y volvimos al alojamiento, la ciudad estaba en apagón, cortaban la luz por sector, ahí todavía había algo de luz, pero el resto de zonas a oscuras. Acompañamos a la tía a su casa que era en un barrio más alejado, de estilo soviético algo así como los fonavi en Argentina aunque más pintoresco y menos peligroso jaja. Algo a destacar y que me pareció importante no me sentí inseguro en casi ningún lugar y tampoco presencié muchos hechos de violencia, salvo alguna discusión aislada. Si bien para los cubanos algunas cosas cambiaron y ellos sienten que hay más hechos que antes no pasaban, teniendo en cuenta nuestro contexto, en ese sentido me pareció más seguro. Después hay otras cuestiones a tener en cuenta, como ciertas libertades que no tienen, por ejemplo, las de manifestarse con las que no cuentan, abusos de poder entre otros, aunque la situación compleja que viven cada vez más los saca a las calles.
Como decía fuimos a oscuras al barrio de la tía en un medio de transporte para mi atípico los “pisa y corre o motorcito”, similar a los tuc tuc de la India. Son como triciclos eléctricos la mayoría o a gasolina, su valor depende la distancia era 250 pesos cubanos por persona, es decir menos de un dólar, que de todos modos para los locales es mucho. Como dije antes, ellos hacen botella (dedo), toman otros pisa que hacen recorridos, pero esos no funcionan siempre, menos de noche, algunos son carros tirados por caballos y sino los guagua (bus, colectivo) que también tienen poca frecuencia y no son muy cómodos, sobre todo en Cienfuegos que aún existen unos modelos que son muy viejos (ver fotos), en la habana si se ven algunos buses más modernos o comunes como los de argentina por ejemplo. Por suerte la tía llevo una linterna muy potente y con eso alumbramos el camino. En su casa la tía tenía unas lámparas de emergencia, ya que los apagones son la constante con 12, 16 o más hs. sin luz, es más tiempo el que no tienen luz que el que tienen. Imaginen lavar la ropa a las 2 am porque volvió la corriente (quien tiene suerte de tener lavadora) y tener que ir a trabajar a las 7 am, como para poner en contexto de la realidad de muchos. Otros problemas es tienen que acopiar agua, ya que si no hay luz los tanques no cargan, lo mismo el tema de refrigerar alimentos y así es la vida del cubano promedio.
Muchas de las cosas en este caso las envía su hijo que vive en Estados Unidos, un actor Cubano que está haciendo su camino allá, pueden seguirlo en sus redes Hector Gonzalez y
en su canal de youtube https://www.youtube.com/@HecticoGonzalez , hace unos videos muy divertidos y también algunas experiencias de viaje en su camino por EE.UU, el país enemigo o el yuma como suelen decir los cubanos jaja. De hecho participo de un corto que fue premiado en Hollywood nada menos. Siganlo!
🕊️ Realidades que duelen pero que hay que contar
De alguna manera esta gente tiene su templanza y disfruta lo que tiene, como tía que me ofreció café ni bien llegamos. Aunque han ido perdiendo un poco esa alegría, que ellos mismo cuentan tenían, por todos estos pesares y las familias y amigos que han migrado, muchos jóvenes se han ido y otros planean irse, aun así en el mientras tanto, disfrutan lo que pueden, cumplen con sus trabajos, muchas veces agotadores, solo por dignidad o profesión, porque el salario ya vimos no alcanza para la semana.
Algo que les preocupa mucho y que ha sido inevitable, es esta separación física que sufren muchas familias al emigrar parte de sus integrantes, ya sean hijos, hijas, hermanos, parejas que muchas veces van a trabajar con la esperanza de ayudar en la distancia y en muchos casos llevar al resto de la familia. Una reunión que muchas veces tarda varios años o que nunca llega, ya que la vida en la sociedad occidental o capitalista tampoco es sencilla, no es sencilla para los locales y tampoco para los inmigrantes y mucho menos para los cubanos que deciden ir a EE.UU más con las políticas que actualmente se están implementando.
También es difícil migrar, es difícil conseguir visas a cualquier país y menos para EEUU, gran parte lo hace por las ya conocidas travesías vía Nicaragua atravesando fronteras en principio hasta México y de ahí hasta los EE.UU, un camino riesgoso y costoso (costeado por las familias que ya se fueron), con los famosos coyotes, una actividad ilegal, aunque hay una cuestión de recomendaciones, donde algún conocido ya lo hizo y en general le fue bien, pero no deja de tener sus riesgos. Y esto lo supe y presencié de primera mano, no es una noticia lejana, personas que conocí cuando fui y que ahora ya no están. La necesidad de irse pasa en gran parte por la búsqueda de un mejor futuro, ya que la situación en el país con desabastecimiento y crisis energética es cada vez peor y empuja a sus ciudadanos a irse. Ni hablar de los abusos de autoridad o cuestiones que rosan con los derechos humanos que es muy difícil de llevar y evaluar.
Caso aparte es el de los médicos con alguna especialidad, quienes aparte de todos los papeles que tienen que legalizar a costos imposibles para cualquier ciudadano, tienen que pedir un permiso especial que en el mejor de los casos tardan 3 o 4 años en dárselo si es que se los dan (y que según sus propias leyes deberían dárselo). Un trámite que tienen que seguir constantemente, con eternas negativas, porque si no es un volver a empezar. La justificación es que si los necesitan no los autorizan, por ende, no tienen la posibilidad de tener pasaporte hasta que esa autorización llegue. Perdón por el baño de realidad y de información, pero me parece necesario contar la experiencia como la viví, como la vi y como la sentí y no idealizar o solo enfocarme y romantizar lo bonito del viaje, que sí hubo muchas cosas y la pasamos muy bien, pero hay que viajar con conciencia y además me parece importante transmitir esto que pocos viajeros transmiten cuando viajan a estos destinos.
Y no me mal entiendan, Cuba es un país hermoso, tienen una cultura muy bonita y su gente resiste en el caos cotidiano producto de malas gestiones y presiones externas que si son reales pero que no justifican todo. Que no dejen tener pasaporte a especialista y decidir su futuro nada tiene que ver con el bloqueo. Entiendo la idea de comunidad, entiendo la inversión del estado en educación, vengo de un país donde por ahora y espero que por siempre porque es un valor como país que pocos tienen, la educación y la salud también es publica, pero las libertades no se negocian y nosotros estamos teniendo el otro extremo de la torta que tampoco es bueno, pero no quiero entrar en eso tampoco. Parte de viajar es esto también, entender otras realidades, para entender las nuestras y apreciar lo que tenemos y reclamar por lo que no tenemos.
🍸 Cierre del día
Cierro el bloque activista y sigo la experiencia. Fuimos a saludar a Coco un perrito muy lindo y La doc me regalo un Havana Club 7 años, nose en sus países, pero en Argentina esta como 30 USD, me dijo que se lo habían dado, lo tenía hace tiempo, que no lo iba a beber y los regalos no se desprecian y esos gestos bonitos marcan el desinteres genuino, así que lo llevamos para compartir y lo que sobro por suerte llego a Argentina (Hace poco prepare con ese Ron unos mojitos y Cuba libre espectaculares con amigos para despedir el año y en honor a Cuba). Como ven con poco o mucho la hospitalidad y generosidad sigue presente, un valor que en nuestra sociedad se está perdiendo, el egoísmo y el interés nos esta ganando. Volvimos al alojamiento brindamos en la terraza con un poquito de ese exquisito ron (que mejor que beberlo en su país de origen) y nos fuimos a dormir en medio del, sí, el apagón que llego a la zona. Fue un día intenso, con contrastes, emociones y aprendizajes. Un día que no se olvida.