Cienfuegos: Retrato de una ciudad donde el mar calma, transforma y deja su huella tatuada en el alma

DÍA 6

👉 Nos levantamos tempranito porque este día le íbamos a meter caribe como esta isla se merece, decidimos ir a pasar el día a Rancho Luna, una icónica playa de la zona que aparece en la canción Cienfuegos de Bení (si el icono de la zona y de Cuba entre otros). Contratamos un taxi con recomendación de donde nos alojamos, el cual nos cobró 20 USD para llevaros y pasarnos a buscar de regreso a la hora señalada. Esta playa está alejada de la zona urbana a media hora más o menos en auto , en uno de los extremos de la bahía. Al otro extremo por otro camino está el conocido 👉 Castillo de Jagua, al que no fuimos por tiempo, pero si les interesa sería bueno conocerlo, su construcción es de 1738 para defender la zona de los posibles ataques piratas y británicos, siendo por aquel entonces la tercera fortaleza más importante del país, después de la de Santiago y La Habana. En teoría existen ferris de pasajeros diarios que parten desde el castillo hasta Cienfuegos pero dudo su aún es así, sino en taxi. Desde este lado de la bahía es posible ver la Planta Nuclear de Juragua, que fue proyectada por Cuba en colaboración con la Unión Soviética durante 1976, aunque creo nunca funciono.

👉 Fuimos entonces en un Lada Ruso, realmente con un buen andar, recorrer esta ruta para llegar a la playa realmente es una sensación muy bonita, sobre todo porque no es una zona muy turística, o mejor dicho que los turistas vayan mucho. Si bien hay un hotel allí no es la primera opción en general para muchos.

👉 Rancho Luna es realmente un paraíso escondido en la Perla del Sur que da al mar abierto, es una playa que la gente de la zona conoce muy bien y donde suelen pasar sus días, pero no tanto el turista, por lo que aún conserva ese toque autóctono, con palmeras y un aire selvático por decirlo de algún modo. Aunque si hay algunos puestos que vendían bebidas y alquiler de tumbonas y sombrillas de paja.

Nuestro transporte nos deja cerca de las 10 y nos quedamos hasta las 17, teniendo en cuenta que íbamos con la bebé fue bastante, da para pasar más tiempo si llevas lo necesario. Nosotros llevamos el equipo de mate, algo para comer y picar, igual como dije hay puestos que venden bebidas, café y quizás algo de comida también consigas.

👉 Cerca de la zona está el Delfinario de Cienfuegos que si quieren pueden ir, no me gusta mucho ver animales en cautiverio, prefiero verlos en la naturaleza, pero existe y hay quienes gustan ir, sobre todo con niños.

👉 También hay un Faro que me hubiera encantado ir ya que amo los faros, pero estaba bastante distante, quizás en otra oportunidad, si se da algún día.

👉 La playa se encuentra protegida por un arrecife de coral, y la costa ofrece un escenario ideal para el buceo, ya que se ofrecen inmersiones en más de 30 puntos localizados a tan solo 20 minutos en barco, no lo hicimos, pero si les interesa es posible.

Así que nosotros alquilamos unas tumbonas, nos pusimos bajo la sombra y a disfrutar de ese mar abierto inigualable del caribe, con sus aguas turquesas súper hermoso. La playa no es tan blanca como en Varadero, pero a mí me gustó mucho más, quizás por esto que les comente que no es tan turística, de hecho, había muy poca gente ya que estábamos fuera de temporada y era un día de semana, así que teníamos toda la playa prácticamente para nosotros, mejor imposible. Hay algo de piedras a medida que te metes al agua, también depende la zona, aunque no es tan grande tiene su extensión. Nos fuimos turnando para meternos al agua, el día estaba genial y el agua templada, aunque para nuestra compañía local el agua estaba fría. Disfrutamos del mar y pasamos un día muy agradable.

Realmente quedé encantado con esta playa, la más hermosa que he ido sin dudas hasta ahora, y eso que he estado en varios lugares del mundo. Además que fue la primera vez que metí los pies en el agua del mar del caribe, experiencia que compartí con mi hija y que por ser bebé es la primera vez que vio y sintió el mar, aunque ella no lo recuerde, tenemos la foto y el recuerdo nosotros para siempre.

Las chicas fueron a buscar unos tragos, la bebé se durmió una siestita y quedamos apreciando la tranquilidad de la playa y el sonido de las olas. Cuando volvieron todos brindamos por el bello momento y por más momentos así, en tan bella compañía, un poco de disfrute entre tanto caos.

Me sume con la doc. a devolver los vasos y así aprovechar a recorrer un poco la playa y la zona. El solecito ya estaba pegando fuerte, yo no me había puesto bloqueador, en general no necesito, pero ya sentía los hombros calentitos (usen bloqueador). Dejamos los vasos y nos acercamos hasta la zona del hotel que estaba un poco alejada, allí se achica un poco la playa bastante, la parte más silvestre gana terreno, pero luego la arena se abre paso hacia la zona del hotel donde había algunos veleros haciendo excursiones, el agua se veía cristalina, realmente un lugar mágico sin dudas, salido de alguna pelicula, como un sueño hecho realidad.

Volvimos y fuimos a buscar un baño, hay un barcito con baños, no era el más higiénico, es lo que había. Hablando de baño la bebé hizo lo suyo y cambiar un bebe con viento en la playa no es lo más práctico, pero son desafíos que hay que enfrentar jaja. Ya se nos había hecho la hora, nuestro transporte estaba punto de pasar, así que nos acercamos a la ruta y súper puntual ahí estaba.

En el camino de vuelta nose como empezamos a hablar de futbol y que su hijo jugaba mucho y claro era fanático de Messi el otro Rosarino conocido en Cuba, aparte del Che y de mí claro jaja.

Nos despedimos por ese día, la tarde caía, el cielo se nublo y una lluvia intensa se largó. Ya habíamos comprado algo para cenar, así que comimos y a dormir. Nos esperaba el último día en Cienfuegos la linda ciudad del mar sin dudas.

DÍA 7

Fusilados por la playa nos levantamos un poco tarde, luego de desayunar fuimos a averiguar dónde ir a cenar a la noche, ya que era nuestra última noche en la ciudad, al día siguiente iríamos rumbo a Varadero.

👉 Tenía intención de hacerlo en el Hotel Meliá San Carlos que tiene su restaurant en lo alto y me habían dicho que las vistas eran bonitas. Allí nos dirigimos para averiguar, un hotel muy elegante cuya opulencia contrasta un poco con la situación actual del país, al menos en lo que era su arquitectura y decoración. Tenía su respectivo ascensor funcionando, salvo algunos hoteles nuevos que vi en la Habana supongo no hay muchos ascensores en Cuba. Subimos al restaurant y si la verdad las vistas y el ambiente del hotel se veían muy bonitos, pedimos el menú y nos dejaron sentarnos en los sillones para verlo tranquilos, de paso preguntamos a qué hora abría la cocina para cenar. Obviamente no pude resistirme asomarme al balcón y sacar fotos de esas maravillosas vistas, sino es el lugar más alto de Cienfuegos está cerca.

👉 De regreso cerca de las 14 hs. pasamos por el Teatro de Cienfuegos Tomás Terry, no estaba en los planes entrar así que no tenía la cámara solo el celular, aunque me hubiese gustado ver alguna obra nunca había luz, por ende, difícil la tarea, pero los locales entran gratis y como turista pagaba una módica suma así que entramos.

La verdad que muy bonito el teatro y se conserva muy bien. Me hizo recordar al teatro más antiguo de Argentina que está en Goya, Corrientes, aunque aquel es más pequeño y un poco más antiguo data de 1873 aunque se concretó en 1879 y el teatro de Cienfuegos es de 1889 inaugurado oficialmente en 1890. El hacendado azucarero esclavista Tomás Terry Adán (Venezuela, 1808 – París, 1886), quien en esa época era considerado el hombre más acaudalado de la isla, fue quién tuvo la idea de construir el teatro que fue terminado por sus herederos y lleva su nombre.

Volviendo a la experiencia, el teatro está muy bien conservado, tiene unos frescos muy bonitos y el hecho de imaginar las innumerables historias que han pasado allí dentro, tanto en el escenario como tras bambalinas o en la misma sala quien sabe, es muy inspirador. Había poca gente así que pudimos recorrerlo con tranquilidad cada uno de los rincones que había acceso, ya que al escenario no se podía acceder. Tiene una zona de balcones que dan como a una calle lateral. Si bien no hay mucho más que ver, la entrada es casi simbólica y la experiencia de poder conocerlo fue muy bonita, daban ganas de quedarse, las muchachas de la entrada fueron muy amables y perceptivas. En el hall hay algunos sillones y zona de suvenires.

Como era el último día en la ciudad quería despedirme de tía que tan bien nos había recibido y del niño que es muy simpático y fanático de Messi, solo le falta el voceo y ya es un argentino más. Tomamos nuevamente un pisa y corre, que iba lento, pero me permitió ir disfrutando un poco más de la ciudad. El niño había vuelto del colegio recién, traía su respectivo uniforme short bordo, camisa blanca y pañoleta azul, la verdad muy bonito, mejor que los guardapolvos blancos que nos hacían usar a nosotros. Compartimos el último cafecito. Les di un abrazo enorme a ambos e hicimos una última foto que nose por qué no tengo. Pasamos a despedir también a Coco el perrito más encantador de Cuba sin dudas y me lleve un último regalo, un estetoscopio, muy simbólico por todo lo que representa la medicina en Cuba y esa persona en especial para mí, algo que atesorare por siempre lo sé, Fue un día atravesado por conexiones profundas y emociones intensas. Una despedida especial, de esas que no necesitan palabras, solo basta una mirada para decirlo todo. A veces, algunos momentos nos encuentran completos y se tatuan en el alma.

y así emprendimos el regreso al alojamiento.

👉 Fuimos todos a cenar al Meliá, la comida estaba mucho más cara que en cualquier otro bar, diría el doble o casi triple, aunque para nosotros seguía siendo barato y siendo honestos el menú era muy básico, casi no había muchas de las opciones que figuraban en la carta, creo que solo había pollo, cerdo o pescado todo acompañado con un poco de arroz y ensalada. Cada uno pidió un menú, más unas cervezas y agua, éramos 5 adultos, ya que invitamos a la anfitriona del alojamiento a sumarse y en total gastamos 7740 pesos cubanos (Un salario de los más altos), que sería aproximadamente 25USD más propina. Lo gracioso y en realidad es triste, fue que como teníamos cambio chico pues el pago fue una montaña de billetes, lo que da cuenta de la devaluación en Cuba.

👉 La ciudad seguía en apagón, pero algunos locales tienen generadores y no nos podíamos ir de Cienfuegos sin bailar un poco, nos llevaron a Metca bar, un local nocturno de estilo industrial, había poca gente, supongo que lo ánimos no eran los mejores esos días por los apagones. El lugar muy bonito y seguramente hay días que se pone más interesante. Fue el único lugar donde nos pidieron los pasaportes, los que justo no llevamos, pero como las anfitrionas conocían el lugar nos dejaron pasar, por suerte la noche estaba tranquila porque íbamos con la bebé, de lo contrario no hubiéramos podido pasar, porque claro no es ambiente para niños.

Nos acomodamos en los sillones, cerca de la barra, nos atendieron súper amables, así que nos pedimos una piña colada y probé un trago típico llamado Michelada, aunque me da más onda mexicana, ya que es mezcla de cerveza con sal y jugo de tomate, algo muy raro y que sinceramente no me convenció demasiado. Pero la tomamos igual porque en argentina así nos acostumbran jaja, además la noche estaba en pañales, literalmente porque estábamos con la bebé. Ni bien pusieron algo de música bailable, las locales hicieron la introducción, nuestra amiga alemana intento agarrar el ritmo latino sin demasiado éxito hay que ser sinceros y por supuesto a mi turno demostré el ritmo que llevo en mi sangre argentina y bien latina también.

Así fuimos despidiendo de la noche Cienfueguera, que seguía apagada, que tiene esos pequeños refugios que no siempre están disponibles y no todos o todo el tiempo se pueden disfrutar o los ánimos están para fiestas. Pero siempre hay un momento que ayuda a desconectar de todo el drama que se atraviesa día a día, así fue esa noche seguramente.

Por momentos estar en Cienfuegos me hizo acordar a la película Media noche en París, aquí sería Medianoche en Cienfuegos. Será por su pasado colonial francés, el empedrado de sus calles, sus autos antiguos y su arquitectura de época, que parece que viajas en el tiempo, un tiempo que seguramente en algún momento pasado fue mejor y donde todo presente parece aburrido salvo por el encanto de la nostalgia y por esos pequeños momentos de oasis entre tanta carencia, pero que linda que es París y que lindo que es Cienfuegos.

Volvimos al alojamiento, nos quedamos charlando un poco más, mis acompañantes decidieron descasar, pues había que levantarse temprano, nos esperaba un viaje de unas 4 o 5 horas ya que el bus a Varadero, nuestro próximo destino, hacia algunas paradas.

Como soy más noctambulo y era la última noche, subimos a la terraza con mi Doc y nos quedamos charlando un poco más bajo el cielo de Cienfuegos, estirando las horas. Tuvimos una de esas charlas honestas y profundas que con pocas personas se dan y hablamos de todo. Hablamos de sueños, ilusiones y esperanzas que a veces parecen tan difíciles con ese contexto, pero el haber roto la barrera de la distancia marca que no todo es imposible y eso en medio de tanto apagón sin dudas es una luz que marca el camino. Faltaban menos de dos horas para irnos, así que fuimos a descansar un poco.

Creo que no dormí esa noche ya que el bus salía a las 8:10 y había que estar por lo menos una hora antes, igual estábamos cerca. Con el día amaneciendo nos levantamos temprano, saludamos a Elsa que nos atendió tan amablemente y fuimos hasta la terminal caminando. Una vez allí buscamos la boletería del viazul, el muchacho aún no llegaba. Ni bien vino atendió primero a una turista que tenía que viajar ese día al aeropuerto, pero no había sacado pasajes, estaba implorando que le vendan un boleto que ya no había, pero el muchacho y en esta le doy la razón nada podía hacer ya que no había, si bien eso puede ser dudoso, le doy la razón en el sentido que la turista debió a mi criterio ser más precavida, en ningún caso se aconseja viajar de una ciudad distante hasta el aeropuerto de otra ciudad para tomar un vuelo en el mismo día, los inconvenientes pueden pasar y hay que anticiparse, no fue el caso.

Presenté los pasaportes y los Boucher de los pasajes ya comprados, me dio los papeles con los pasajes, hay que aclarar que es todo manual, eso no lo había dicho, ellos completan todo a mano, por eso también el hecho de ir con tiempo. Lo mismo al despachar valijas, también te dan un talonario a mano y hay que dar algo de propina.

Finalmente, el bus nos esperaba, la Doc nos acompañó para despedirnos y en ese momento rompió en llanto, aunque no somos de ahí conectamos muy bonito y supongo que ver partir nuevamente a personas que quiere o aprecia debe ser muy difícil, de todos modos, lloramos todos, claramente hubo algo genuino ahí que también nos llegó a todos. Y así después de compartir con esas personas tan bonitas y esa experiencia tan movilizante, nos fuimos rumbo al próximo destino un poco más turístico Varadero, con mucho para reflexionar. Sin dudas a pesar de las dificultades y las complicaciones, las cosas pasan por algo. Lo bonito es más que lo malo, no todo es blanco o negro, llevaremos esos momentos compartidos en nuestros corazones, dejando los pesares detrás y con la certeza de que sin saber cuándo ni cómo nos volveremos a encontrar.

ANEXO EXTRA: Tuve la oportunidad de conocer el Hospital de Emergencias Gustavo Aldereguia Lima en dos oportunidades durante mi estancia y a algunos profesionales que allí trabajan, a parte de mi Doc. como el doctor Sarmientos que me trataron muy amablemente, me convidaron café y hasta me confundieron con un Cirujano, que de serlo seguramente sería muy bueno, pero no es para mí creo jaja.

Realmente mi admiración a todo el personal que allí trabaja o en los dispensarios de la ciudad. Las condiciones del hospital no son las mejores, es un hospital muy grande, es muy similar a algunos hospitales públicos de Argentina debo ser sincero, donde a veces faltan insumos, los médicos y personal trabajan muchas horas con guardias extenuantes y el personal es limitado. Muchos profesionales han partido en búsqueda de un mejor futuro y eso no esta mal, quienes se quedan cargan con la salud de una ciudad que en su mayoría vive en condiciones muy humildes y sin dudas son quienes sostienen con su trabajo y profesionalismo el sistema de salud, aún en esas condiciones.

A pesar de las dificultades y las condiciones de trabajo que enfrentan, es impresionante cómo los profesionales de la salud en Cuba siguen adelante con dedicación y humanidad. Ellos, en gran parte, sostienen un sistema de salud que a pesar de sus carencias, hace lo mejor con lo que tiene.

Por eso es importante que cuiden a sus profesionales, ofreciéndoles el trato digno y respeto que merecen, desde el ciudadano de a pie hasta las altas esferas del poder. Que les brinden mejores condiciones y un ambiente de trabajo más seguro. No lo dicen ellos, lo digo yo que es lo que observe. Lo que no se puede cuestionar es el corazón y el alma que los médicos y enfermeras ponen en su trabajo. Las guardias por momentos son un caos, los pasillos gente yendo y viniendo, algunos con ventiladores para sus familiares. Si algo que dije no es correcto háganmelo saber en comentarios, pero es lo que vi. Sin embargo, lo que más me impactó fue el compromiso del personal médico y sanitario que pese a todo, mantienen su pasión por ayudar.

La salud y la educación son bienes invaluables en un país que busca prosperidad, que los profesionales tengan salarios dignos y la posibilidad y libertad de decidir sobre su futuro no debería negociarse, menos cuando esta gente da todo y más. De esta manera quien se va podria volver con nuevos conocimientos y nuevos aportes si quisiera y seguramente lo harian porque aman su pais, su labor es prueba suficiente.

Se dé la profunda crisis que atraviesa Cuba, vengo de un país con crisis constantes al que ahora el nuevo gobierno se dedica a desfinanciar justamente estos valores, la salud y la educación pública. Aunque las realidades son diferentes, en mi país los profesionales tienen la libertad de expresarse y exigir mejores condiciones. Mi esperanza es que en Cuba, un país tan hermoso y lleno de potencial, las cosas cambien para mejor. Que todos aquellos que se quedan y luchan por su pueblo puedan sentir que su esfuerzo es realmente reconocido y respaldado, no solo con palabras de aliento, sino con una calidad de vida que esté a la altura de su dedicación y sacrificio..

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