Bergen en 2 días: entre fiordos, colores y leyendas de Noruega 🇳🇴

🇳🇴 Bergen – Noruega 🌍

🧡Día 1

🧡Día 1

Desde Dublín tomamos nuestro vuelo rumbo a Oslo, aquí nos quedamos un día y desde allí en tren hasta Bergen. La idea original era un vuelo directo a Bergen y desde allí “bajar” a Oslo, pero como el pasaje había aumentado considerablemente y el vuelo a Oslo era super lowcost, decidimos hacer este movimiento medio extraño, tengan en cuenta que teníamos un pase de tren lo que nos permitía movernos libremente con este medio de transporte. Sí bien el tramo en tren era largo, unas 7 hs. aproximadamente según leímos y después comprobamos, es uno de los mas bonitos del mundo. Así que no sonaba tan mal hacerlo dos veces (ya que después volvimos a Oslo para desde allí “bajar” a Dinamarca y luego Alemania).  Parece un poco complicado, pero nos salió muy bien realmente.

Salimos temprano desde Oslo (después contaremos la experiencia en Oslo en un solo post) y nos dirigimos a la estación central. Allí tomamos nuestro tren directo a Bergen. Hay unos 430km aproximadamente y el viaje dura seis hora y media o 7 horas más o menos. En el camino recorres pueblos, fiordos, ríos increíbles, montañas y demás paisajes salidos de un cuento. Con solo decir que vimos ríos congelados y cimas nevadas mientras atravesábamos montañas una verdadera locura.

Estos trenes, operados por NSB, están muy bien equipados y cómodos. Además, los trenes salen del centro de Oslo (estación Oslo S) y llegan al corazón de Bergen (a la Estación Central de Bergen), por lo que es muy fácil llegar a ambas estaciones utilizando el transporte público. La verdad una experiencia única, además había un sector de café en la primera clase que podías servirte gratis. No sabemos si era exclusivo de primera clase (viajamos en segunda) pero no parecía haber ningún impedimento para acceder a él, además es un ahorro considerable ya que en el vagón de comidas no era muy económico (además tengan en cuenta que Noruega es caro) y nada más lindo que disfrutar un cafecito calentito mientras miramos esos bellos países por las ventanas del tren.

Como dijimos el viaje en tren fue una experiencia en si misma. Hemos de haber salido cerca de las 7 am y llegamos a Bergen pasado el mediodía, es decir un horario ideal. La estación de trenes de Bergen, que no es muy grande, pero si muy bonita, está en el corazón de la ciudad, como la mayoría de las estaciones, lo que hace que todo sea muy practico sobre todo si el hotel esta cerca, como era nuestro caso.

Lo primero que vemos al salir de la estación es un paisaje excepcional. Desde la arquitectura de las casas circundantes, calles empedradas y montañas a nuestros lados. Además, el día estaba ideal, un sol cálido a pleno y un cielo celeste como la mejor postal. Según dicen en Bergen de los 365 días del año llueven 275, hasta se dice que ha llovido 90 días seguidos. Pues evidentemente tuvimos la mayor suerte del mundo ya que no vimos una gota de lluvia los 3 días que estuvimos allí, lo mismo nos pasó en Londres. Como dato llegamos a fines de mayo. De todos modos, en este tipo de lugares los climas pueden ser muy cambiantes. En definitiva tomamos la calle Marken, la más bonita de todas sin dudas, mientras subíamos una leve pendiente, mirábamos las casitas tan bellas y el orden de la ciudad lo que daba cuenta de que estábamos en Noruega. El departamento que alquilamos estaba a muy pocas cuadras en pleno corazón de la ciudad. Debajo había un pub, aunque la calle estaba en obras no había problemas para acceder. Luego de poner el código en una cajita tomamos nuestra “llave” con un extraño sistema ya que era un cuadrado de metal con unos agujeritos. En Europa es muy común este tipo de sistemas donde no tienen contacto directo con persona alguna, nos paso en varias ciudades. Dejar una llave en una cajita en nuestro país sería algo impensado. Dejamos las maletas en el depto que la verdad era bastante cómodo y tenía cocina lo que nos haría ahorrar otro tanto en comidas o desayunos y salimos a recorrer la ciudad.

La ciudad de Bergen fue fundada en 1070 por el rey Olav Kyrre. Bergen cuyo significado sería prado en las montañas, es la segunda ciudad más grande de Noruega. Situada en el oeste del país, formó parte de la Liga Hanseática que fue una federación comercial y defensiva de ciudades del norte de Alemania y de comunidades de comerciantes alemanes en el mar Báltico, los Países Bajos, Suecia, Noruega, Polonia y Rusia, así como regiones que ahora se encuentran en las repúblicas bálticas. La lengua franca usada a lo largo de toda la Liga Hanseática fue el bajo alemán medio. Tenía su sede en Lubeca. Entre las ciudades hanseáticas había ciudades portuarias de las regiones costeras, así como ciudades situadas a lo largo de importantes ríos del interior. A través del libre comercio y de una burguesía empresarial, muchas de estas ciudades lograron un alto nivel de prosperidad, algunas de las cuales siguen mostrando valiosas características culturales y arquitectónicas.

La ciudad se sitúa en la costa sudoeste de Noruega, cerca del Mar del Norte, en un valle formado por un grupo de montañas conocido colectivamente como de syv fjell (las siete montañas). Se la conoce como la entrada a los fiordos noruegos, por este motivo recibe el mayor número de cruceros turísticos de Noruega. Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad fue ocupada en el primer día de la invasión alemana del 9 de abril de 1940, tras una breve lucha entre los barcos alemanes y la artillería costera noruega. El 20 de abril de 1944, durante la ocupación alemana, un carguero neerlandés, anclado junto a la fortaleza Bergenhus y cargado con 120 toneladas de explosivos, estalló, matando al menos a 150 personas y causando importantes daños materiales en edificios históricos. También sufrió el bombardeo de las fuerzas aliadas, con el objetivo de dañar las instalaciones navales alemanas del puerto. Estos acontecimientos causaron alrededor de 100 muertes.

Luego de esta reseña histórica comenzamos recorriendo las calles a nuestro alrededor y tomar fotos por supuesto ya que es hermosa esta ciudad. Nos acercamos a la zona de Bryggen (en noruego muelle, embarcadero) es un barrio histórico de la época hanseática alrededor de 1360 ubicado al noroeste de la ciudad, situado en un muelle en la orilla oriental del fiordo donde se asienta la ciudad y es patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Pero como el día acompañaba y estábamos con energía fuimos hasta el monte Fløyen, desde el que se divisa una vista general de la ciudad y las siete montañas. Desde este punto es posible irse de excursión por una amplia área natural. Podes subir en funicular pagando o como hicimos nosotros ir ascendiendo poco a poco a pie. Si bien no es de mucha dificultad, si es en algunos tramos bastante empinado y agotador, aunque los noruegos se mueven como pez en el agua. Si hay algo que les gusta a los noruegos, es hacer deportes al aire libre y el senderismo es parte de su ADN. Lo más importante es que en el camino hay unos lindos miradores y a medida que ascendés en medio de una zona con muchos árboles, vas disfrutando de los bellos paisajes del fiordo. La verdad el día no podía haber estado mejor y una vez en la cima disfrutamos de unas maravillosas vistas, con su mirador y todo.

Desde aquí se pueden hacer varias caminatas y recorrer las 7 colinas que rodean a esta ciudad. Como nuestro tiempo aquí no era mucho obviamos esa parte, pero si les gusta la naturaleza y el senderismo no duden en hacerlo. Si les gustan este tipo de actividades lo ideal es ir por lo menos una semana, ya que cerca de Bergen se encuentran fantásticas caminatas y miradores de los mejores del mundo. El nuestro solo fue un vistazo a todo lo que puede ofrecer Noruega, casi que lo incluimos por capricho, pero seguramente en algún momento volveremos para dedicarle un recorrido exclusivo a este país tan bello. De todos modos el tiempo que estuvimos fue suficiente para conocer la esencia de Noruega y de esta maravillosa ciudad que es Bergen, creo que es una cuestión muy común de los viajeros de querer hacer todo lo que se pueda hacer, conocer lo más posible y creo que parte de la magia es esa, que hay infinidad de lugares por conocer y lo más importante son las experiencias que cada uno se lleva. Ya el estar en Noruega para nosotros que venimos de la otra punta del mundo y sin que nos sobre el dinero es más un sueño cumplido, una experiencia impagable. Como dato curioso había unas cabritas arriba que viven por ahí con su casita y todo.

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