A su vez Powerscourt Centre es un centro comercial ubicado en una de las mejores mansiones del siglo XVIII de Dublín, con una magnifica arquitectura. En él encontrarán bares, restaurantes, tiendas, salones de belleza e incluso galerías de arte.
Luego de disfrutar la noche y la fiesta del lugar, decidimos ir a dormir ya que al día siguiente nos esperaba un largo día. En el camino nos encontramos la estatua de Molly Malone por casualidad ya que el hostel estaba para el otro lado (fue el gps no la cerveza).
Para nuestra suerte la habitación de nuestro hostel tenía vistas a la St. Kevin’s Church, la iglesia de San Kevin, no porque nos interese la religión sino porque es una iglesia de 1865 en estilo gótico renacentista muy bonita.
Día 2
Todo puede fallar. Luego de desayunar en el Hostel, que estaba incluido eso es bueno, el desayuno no tanto, decidimos ir temprano al centro para tratar de conseguir una excursión a los acantilados Moher que te llevan a recorrer algúnos pueblos de la zona también. El día anterior habíamos averiguado, pero por esas cosas dudamos de reservar en el momento y pensamos que seguro habría lugar. Pues grave error, no conseguimos. Si bien no era indispensable ya que no teníamos tanto tiempo en Dublín, nos había entusiasmado la idea, además es uno de los lugares más fantásticos para conocer y los tours son bastante completos. En realidad la idea era ir por nuestra cuenta pero era bastante complicado por eso a último momento decidimos el tour pero al no reservar perdimos la oportunidad. Consejo si quieren realmente hacer algo no lo duden tanto y háganlo. Tuvimos que optar por el plan b que era seguir recorriendo la ciudad ya que de todos modos había mucho por ver.
